Los libros a lo largo de la historia
El libro, como recurso de texto escolar base, fue cambiando a lo largo de la historia,su forma, su contenido, y los modos de transmitirlos.
A raíz de la celebración del Bicentenario de la independencia, veremos la evolución de los libros desde la época colonial hasta ahora.
En la época colonial, los educadores fueron principalmente miembros de las órdenes religiosas que acompañaron a los conquistadores: los dominicos, agustinos, franciscanos, mercedarios y, particularmente, los jesuitas.
Se aprendía a leer memorizando el abecedario. Las cartillas o silabarios comprendían varias series de combinaciones de las vocales precedidas por consonantes que podían leerse de izquierda a derecha o de arriba hacia abajo. Hacia 1780 la imprenta de Expósitos editó cartillas que, luego de la Revolución de Mayo, se aplicaron en las «escuelas de la patria» conjuntamente con el método Lancaster, en el que un alumno más avanzado oficiaba de monitor (de allí, que este método recibiera el nombre de «monitorial»). Recién luego de memorizar las series incluidas en los silabarios, se pasaba a los primeros libros de lectura de corrido, textos con fuerte contenido moral, compuestos por máximas o por una serie de preguntas y respuestas fijas que debían leerse, generalmente en voz alta, hasta aprenderse de memoria: los catecismos (entre ellos, el más famoso fue el Catón Cristiano). Durante la Revolución de Mayo circularon Catecismos Patrióticos, que conservando la forma, cambiaron el contenido: de las obras de Dios a las virtudes del gobierno republicano y la libertad, entre otros temas.

Hacia el año 1890, se difundió el uso de libros pertenecientes a las comunidades de inmigrantes residentes en Argentina. Ya no sólo utilizaban los libros de la Iglesia, sino aquellos libros de lectura de los países europeos.

Aproximademente entre los años 1910 y 1920, se comenzó a dar en las escuelas la historia Argentina en cuadros para niños. Los libros daban cuenta de las conquistas y las revoluciones del territorio argentino.
También por estas fechas, circulaba en las aulas el libro " La señorita Raquel" que traía consigo normas de convivencia y de comportamiento dentro de la institución escolar. Era otro libro más de lectura que exigía la memorización de las normas de la "señorita Raquel".

Libros como "Mamita", hacia el año 1956 llevaban a la lectura de los chicos la imagen de la mujer en Argentina. Eran de fácil lectura, no contenían grandes textos, sino simples frases o diálogos con imágenes.


En pleno apogeo nacionalista, comenzaron a circular libros de lectura escolares sobre la Argentina y sus atributos.

Más adelante, salieron libros con ideales del gobierno peronista. Ya los contenidos eclesiásticos no tenían tanto peso, sino que se leía lo que el Estado quería. Estas lecturas contenían en sí ideas políticas y sociales que los chicos leían obligatoriamente en las escuelas.


Como mencionamos antes, los libros no traían en sí contenidos políticos únicamente, sino también ideas sociales. He aqui en estos libros el racismo y el machismo por ejemplo.

A partir de la década del sesenta, libros tales como " el libro volador" comenzaron a mostrar la importancia que cobró la infancia, y por lo tanto, la niñez y los intereses de los niños. Se empieza a buscar lectura que atraiga al lector, donde el contenido y la dificultad sean acorde a las distintas edades de los chicos.


También, junto con estos avances conceptuales de los libros, se va a renovar el diseño gráfico de los libros. Por ejemplo con el famoso " Luciana, Juan y Copete", publicado en 1989.

Por último, los libros que abrieron la lectura escolar de la sociedad actual fueron " Sociedad en red", que ya apuntaron a una integración de las diferentes áreas, con distintos enfoques, especios de lectura, escritura, actividades, imágenes, etc.

Actualmente, son innumerables la cantidad de libros que circulan en las escuelas para distintos fines, ya sea lectura, escritura, caligrafía, dibujos, actividades, ejercitaciones, ciencias, etc. Contamos con infinidades de editoriales que año a año brindan a las escuelas diversas opciones para renovar el modo en el que transmitimos los conocimientos y habilidades a los alumnos. Y, a pesar de los años, el libro sigue siendo eje en la educación, porque por más que hoy esté tomando importancia el libro virtual, sigue siendo un libro. Veremos que es lo que nos trae el futuro.
Muchas gracias por hacer este recorrido, y para más información los invitamos a visitar esta página:
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